Puedo no escapar,
refugiarme en el tiempo.
Engañar a la muerte
y ser solo un sobreviviente.
Puedo no soñar,
no respirar,
no quererte.
Haberte encontrado nunca
y llevado por siempre.
Desdibujar en mi rostro
mascaras teatrales,
con la intensidad
que estas tienen.
Inventarme un mañana
y también volver a perderme.
jueves, 12 de noviembre de 2009
martes, 27 de octubre de 2009
Solo
Solo yo,
y tu metáfora inconexa.
Que emula realidades
que ya no pasan.
Que salen temiblemente caras.
Porque se pagan en alma.
Solo yo.
Siempre solo.
Y mi jardín de dementes.
De personajes salidos
de películas aun no filmadas.
Solo yo, y el miedo.
Solo yo, y el fuego.
Y mas allá siempre nada.
Que el karma de ser parte del éter.
Y de la vida que llama.
y tu metáfora inconexa.
Que emula realidades
que ya no pasan.
Que salen temiblemente caras.
Porque se pagan en alma.
Solo yo.
Siempre solo.
Y mi jardín de dementes.
De personajes salidos
de películas aun no filmadas.
Solo yo, y el miedo.
Solo yo, y el fuego.
Y mas allá siempre nada.
Que el karma de ser parte del éter.
Y de la vida que llama.
La sed del deseo
Que sabes del tiempo.
Cuando el viento arrasa y todo lo lleva.
Incluso el recuerdo;
el cuerpo, el alma.
Los miedos.
Que sabes del juego
de perderse en tu cama,
por no verse al espejo.
Ahí donde me llamas,
me pierdo.
Por no ser nada,
mas que un puñado de sueños.
Un cuerpo con marcas.
Y también todo el fuego.
Por no ser nada mas,
que la sed del deseo.
Cuando el viento arrasa y todo lo lleva.
Incluso el recuerdo;
el cuerpo, el alma.
Los miedos.
Que sabes del juego
de perderse en tu cama,
por no verse al espejo.
Ahí donde me llamas,
me pierdo.
Por no ser nada,
mas que un puñado de sueños.
Un cuerpo con marcas.
Y también todo el fuego.
Por no ser nada mas,
que la sed del deseo.
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