viernes, 2 de julio de 2010

RECUERDO

Recuerdo perfumes de mi infancia lejana.
Cuando todo era sueño.

Cuando armaba castillos inexpugnables
con un juego de naipes.
Y una pava gigante vertía su amor
en un fuenton de lata.

Y la tele era en blanco y negro
pero era mía.

Recuerdo el misterio de haber ido creciendo.
En un mundo que no entendía.

Recuerdo tu beso Gabriela.
El primero de todos
robado en un pasillo
a las corridas.

Y sentirme hombre
y ser feliz.
Y creer que el mundo también era mio.

La complejidad de los años negros.
Con su oscuridad suprema.

Y mi alma amando a tientas.

También recuerdo haberte encontrado, una vez.
Para perderte miles.
Y nunca retornar a la magnificencia
del primer encuentro.

Ahora, recuerdo perderte.
Como si estuviera pasando.
Y no me quejo por nada.

Evidentemente ese niño
ya no habita mi alma.

Y las pavas se secaron.

Y para mi no queda nada.

QUIMERAS

Es tu locura
que gime Jimena,
en camas cansadas.
En saltos al vacío
que te dejan sola
y mal parada.
En la puerta de tu casa.

Pero esa casa no te llama.
Te devora el alma,
se alimenta de vos.
Exprimiendote el sentido.

Es tu noche trasnochada,
la que te hace bella.
Fertil de ideas.
Tierra inexplorada.

Y ahí,
se anotan todos
los cazadores furtivos.
Buscando la abeja reina
para formar otra raza.

Y no son mas que quimeras,
que crueles fantasias.

De los que viven al día
sin creer en nada.

Y vos renaces enaltecida.
Y te inventas un mañana.

Donde los locos no encajan.

Pero solo los locos
y no otros.
Sabemos de memoria
la medida del alma.

Y saltamos al vacío por oficio
sin esperar nada.

VERDADERO AMOR

Verdadero amor,
que te escondes en las intersecciones,
en las cortadas.

Que eres un plato de sopa caliente
llegando a casa.
Y mi sexualidad mas descarnada.

La brisa que agiganta mis alas.

Y no me juzgas.
Porque uno no juzga aquello que ama.
Lo lleva en el alma.
Lo atesora.
Y si hubiera que dar la vida,
que se la lleven.

Verdadero amor,
que condenas mis días.
Que la filosofía
poca vez te aclara.

Que fuiste madre,
escuela.
Complejidad de nadas.

Siempre me devuelves a la vida
cuando la luz se apaga.