Solo yo,
y tu metáfora inconexa.
Que emula realidades
que ya no pasan.
Que salen temiblemente caras.
Porque se pagan en alma.
Solo yo.
Siempre solo.
Y mi jardín de dementes.
De personajes salidos
de películas aun no filmadas.
Solo yo, y el miedo.
Solo yo, y el fuego.
Y mas allá siempre nada.
Que el karma de ser parte del éter.
Y de la vida que llama.
martes, 27 de octubre de 2009
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