domingo, 31 de julio de 2011

PADRE

Te escribo estas líneas.
Como aquellas que nos tomamos alguna vez,
Mientras conspirábamos
Para prender fuego la rosada.
Y vos te reías de mi sangre anarca.

Porque aprendí de vos,
El sublime encanto de la libertad
Y también a pagar el precio.

No porque me diste la vida.

Más bien,
Porque la transitaste a mi lado.
Tratando de enmendar errores,
Propios y ajenos.
Incluso los míos.

Para que la caída no sea tan brava.

Porque te llevo clavado en mi pecho.

Y desearía que nos sobraran los años.
Para seguir persiguiendo sueños.

Hasta que llegue la calma.

Y entonces si,
Sentarnos juntos a la mesa mas larga.
Como aquella que quedo en el recuerdo.

Y simplemente no decirte mas nada.
Que, viejo, te quiero.

A la memoria de mi viejo.
Hector Ricardo Guaraglia
10/3/51 - 31/7/11 en la eternidad.

domingo, 24 de julio de 2011

Una mochila y cinco sueños que me esconde la montaña





Viajo por tu muro.
Me divago en tus entrañas.
Y te fusilo.






Con mis besos,

A metralla.

Porque has sido condenada
A ser de mi
Todo el deseo.

Bajo la guardia
Entre tus senos.
Y me prendo un cigarro.
Mientras te invito
A develarme.

Y te bebo a sorbos
Mi elixir sagrado.

Te acomodo
En esta noche que es nunca
Para que te quedes
Aquí,
Dormida siempre
Entre mis brazos.

Le pido explicaciones a tus labios.
Que se digan sin palabras.
Y me embriago en el susurro
De tus sueños.

Y me quedo quieto
Y veo el cielo.
Y un cometa cuando pasa.

Y es el cielo,
Hoy tan verde
Como tus ojos.

Y a ese brillo.
Ponele el nombre que vos quieras.

miércoles, 13 de julio de 2011

Esto de amarte


















Abordar el silencio,
para aprender a encontrarte en los intersticios de mi alma.
Desnuda y eterna como cuando habitas mi cama.

Mirarte de reojo
Impúdica y sigilosamente
Para descubrirte entera.

Toda bella,
Toda dada.
Toda hembra.

Y que se pierdan mis labios
En el consuelo de tus besos.

Cuando callan las horas
Y nos vemos
Exultantes de esencia.

Y te corro el velo del alma
Y me pierdo
En tu jardín
De especies inciertas.

Desconocidas por el mundo
Que son toda ofrenda.

Tal vez así
Y no de otra forma.

Sea esto de amarte.

Puenting




Un agudo intersticio.
Una sorda mirada.
Y el abismo que espera.
...Latiendo siempre
Ardiendo en llamas.
Invitándote al último vuelo.




Piso veinte,
De escalones pensantes.

Allá abajo
Un mundo de muertos.

Autómatas enfrascados
En su propia miseria.

Y yo,
Que he perdido las alas.

Pero estas ganas de cielo.
Me llaman.

Ausentarme por un instante
Para desaparecer.
Por siempre.

Y que la adrenalina
Estalle por todo mi cuerpo.

Insalvable.

Para que nadie te extrañe.
Ni te tema.

Será la locura,
Al final
Lo único que me salve.

Esta bueno
Esto de hacer
Puenting
Dos o tres
Veces por semana.

martes, 5 de julio de 2011

Cien veces la nada














Cien veces la nada
en palabras.
Cien botellas vacías,
Lanzadas
Al mar muerto.

Cien sórdidos testigos.
Mil poetas suicidados.

Más botellas
Y más vicios.

Cien amores desmembrados.

Y el fatídico
Estilete.
Acariciando las entrañas.

Que nunca te mata.

Pero te amenaza
A escribir un verso bueno.

Uno que te salve.
De este cáncer de palabras.

Que por decir tanto
Suenan mudas.

Es que no hay locutor
Que se les anime.

Cien veces yo,
Por no ser otro.
Me traje solo hasta acá.

No me quejo por nada.

Algo de mi ser,
Vivirá por siempre
En este desatino de palabras.