viernes, 22 de marzo de 2013
Lucidez
Porque soy la boca
Que el fuego encumbra.
La blanca sed de la palabra.
La dicha del encuentro,
Nunca programada
Y mis venas y mis genes jadeantes.
Porque soy la aurora.
Aunque atenten
Y me tienten
Con la muerte
Mi palabra nunca calla.
Aborrece el silencio.
Y las horas
Cuando no nos llega el alma
Y la lengua serpenteante se reseca.
Porque soy la voz de mis ancestros
Mal vendidos al futuro.
Soy la luz,
Que el miedo desconoce.
No existe noche
Que a un hombre atrape
Porque en toda búsqueda
Solo nos guía la esperanza.
La única certeza
Que los ciegos desconocen
Aquí,
Ahora.
Siempre.
Mañana.
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