Me libero del miedo.
Para transitar el sendero
de la noche eterna.
Y me presto a tu juego,
Dolor,
para ver hasta donde llegas.
Me libero del miedo,
vida.
Y te dejo
para que vueles lejos.
Sin rencor
Ya que todo me has dado.
Y en cambio yo
pude poco.
Me refugio en el fuego
para aliviar mi condena.
Por ser parte de todo
un poco.
Y poco de eso,
que reclama mi esencia.
viernes, 4 de abril de 2008
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