Dulce mar
donde la muerte esta,
y no es presente.
Donde terminaran mis dias.
Lejos de todo
y de todos.
Que me acunas
como un vientre materno.
Y me enseñas en tu cielo
la profundidad de la noche.
Dulce mar
objeto de mis deseos
mas preciados.
De mi lujuria hecha carne.
Te aprendo dia a dia
y nunca termino de develarte.
Es que es tan sagrado tu arte.
Que nutres,
a herejes
y farsantes.
domingo, 13 de abril de 2008
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