
Me molesta la cotidiadeidad
de Buenos Aires.
De haber vivido la noche,
hasta extasiarme.
De ser un fantasma
caminando calles muertas,
en cualquier parte.
Es que mis pasos,
están atados a Defensa.
A la bohemia de Guebara.
Que poco a poco me robaron.
Siempre siendo un señor,
en decadencia.
Enamorado de todas las camareras.
Me molesta,
haberme gastado,
envenenado.
Suicidado vivo.
Y todo para seguir jodiendo
como a los veinte.
veinte veces mas sano.
Según quien mire.
Se que viví.
También que no me alcanza.
Es como ver el florero vació.
Y saber que mi vieja,
ya no pasa por casa.
Y uno debe resignarse al olvido.
Y olvidarme de todos,
paso a ser mi oficio.
Me olvide de los muertos.
A los demás,
los enterré vivos.
Me olvide de San Telmo.
Y de mis vidas pasadas.
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