jueves, 11 de agosto de 2011

Ha muerto un compañero




No sufrías,
Cuando andabas transitando
En el desvelo.
Y sentiste el fuego apagarse
lentamente
Entre tus manos.



Seguiste viviendo.
Hasta el último día.
Con todo tu ser
En todas las cosas.

Y en un acto
Sin retorno.
Nos dejaste anonadados.

Te hiciste socialista
En todos aquellos
Que te amamos.

Y disfrutamos
Esa locura milagrosa.
Que salva al mundo.

Y le pone sentido al seguir
Existiendo.

Por no ser egoísta
No te llevaste más que momentos.
Y plantaste
El germen de la revolución
En cada persona.

Para que vivir tenga sentido.

Y cambiar el mundo
Sea una construcción hermosa.

Has dejado tu bandera
Ineludible.

Para que los que estén despiertos
La ondeen
En los días venideros
De la gloria.

Gracias compañero.
Por teñirla
Con tu sangre roja.

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