martes, 11 de enero de 2011
Humanidad
No supiste perecer
Y te aferraste al instante.
Humanidad.
Es tu grito,
Un eco ronco.
Que me pides?
Que te salve?
Yo no puedo.
Ya he dejado mi sangre
en la arena.
Para darte sentido.
Y me abandonaste.
A las inclemencias de un tiempo.
Cargado de quebrantos.
Ahora si te undes,
No es conmigo.
Si yo vislumbraba este fracaso
Y trate de avisarte
Y fueron, tus oídos.
Ajenos a mi reclamo.
Despertate!!!!
Despertate!!!!
Te decía.
Soy un niño.
Solo quiero seguir jugando.
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