miércoles, 20 de abril de 2011
Bella dama
Entre en Enero,
como un sueño nuevo.
Al que los ángeles
le prestaron sus alas.
Nunca pedí permiso.
Entre por la ventana,
como un ladrón
a la magia de tus besos.
Y en secreto,
me instale en tu alma.
Y sin darte cuenta,
me cobijabas
este invierno.
Mientras pasaban
las noches tristes de mi alma.
Eran tus caricias
Sublimes mantras.
Y el reflejo de tus ojos.
Paz.
En cantidades necesarias.
Más cuando me pude parar de nuevo.
Vi todo un cielo.
Y desperté al mañana.
Y partí tarde, en silencio.
Para que nunca te enteraras.
Valga este poema
Como agradecimiento.
Y sus versos,
como una disculpa.
Por no haberme podido quedar en tu cama.
Lejos estuvo mi intención.
De que salieras lastimada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario