jueves, 21 de abril de 2011

Brillando


Después de vivir
Un eterno mientras tanto,
He abierto las ventanas
Y he salido al mundo.

Sacra oscuridad,
Que me has servido
De escuela.
Con el paso de los años.
Me vienes cansando.

Será que de nuestros arrumacos,
No queda nada claro.
Que el frió de tus labios,
Dista y mucho
Del fuego que clamo.

Te llevaste mi adolescencia.
Y usaste la muerte,
Para volver a mi lado.

Y cuando estaba quebrado.
Me hiciste tu amante,
Tu payaso.
Tu esclavo.

Y jugaste conmigo.

Sin embargo,
No te guardo rencor.
Ni te hago ningún reclamo.

Ya demasiado triste es lo tuyo.

Te compraste mis sobras.

Pero nunca me viste brillando.

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