martes, 12 de abril de 2011

Jardín de infantes


Una morocha,
Esconde un corazón de plastilina
En una cajita de cristal.
Lo atesora.

Yo quisiera moldearlo
Y devolverlo al latir.
Como un niño,
Entrenado en el crear.

Se que podría.
Pero lo esconde.

Instinto de supervivencia
Le llaman.

Ya lo se.
Es que la vida
En su exacta medida.
Asusta.

Ella reniega de mi y me increpa.
Vos, que dormís en las calles.
Que sabes del amor?
Si prendiste fuego mil casas
En tu afán de buscar
Ese todo que no existe.

Se poco, es verdad.

Solo se que cuando una morocha
Esconde un corazón de plastilina.

Me dan ganas de jugar.

3 comentarios:

Todo pasa por una razon dijo...

La vida es un constante movimiento, que nos lleva al final a donde iniciamos.

Saludos,

Postes de madera

Juan Demian dijo...

La vida es siempre hacia adelante. Nuevas historias, nuevos perfumes, nuevas ideas. Las mismas ganas de siempre.

Y si la intuicion no me falla?

La eternidad siempre me estuvo esperando en la proxima esquina.

Saludos. Juan.

Juan Demian dijo...

Y que todo pasa por una razon no tengo dudas. Si le preguntas a un asesino serial por que mata. Te va a contestar por que necesitaba ver sangre.