martes, 10 de abril de 2012

Andromedario



Un episodio absurdo,
Una mueca.
Algún vestigio del verdugo.

Del censor.

Algo veo que se esconde en esta gente.

Crueles seres
Que aborrecen la palabra.
Y cualquier forma de entendimiento.

Es su hábitat
La ceguera

La ironía irreversible
Del no tiempo.

Casas como cárceles.
Dioses de dinero.

Superficiales placebos

Yo también necesito metadona.

Algo que me duerma un rato.

Que me haga sentir ciego.

Y no cargar
Con esta farsa en mis espaldas.

Un descanso.
Un recreo.

Algún día
Que se parezca a ningún día.

Algún alma
Que se permita su juego.

Por lo general
Uno se encuentra en la tormenta.

Cruel, radical
Es la verdad
Cuando te escupe a la cara.

Y te impide seguir soñando.

Porque todo sueño.
Se construye con las manos.

Con esta carnalidad inverosímil
Que dura solo un rato

Luego, un tiempo después.
Ya es muy tarde.

Porque te comen los gusanos.

Y todo lo que creías ser
Se evapora

Como el whisky
En este vaso.

Si no lo tomas en el momento justo
En que se enamora y se fusiona con el hielo
Y se hacen uno

Allá en lo eterno

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